Triángulo de Amor Bizarro y Amatria en el IdòFest, Inca, 29/07/17
Sigo opinando que tienen mucho mérito los grupos que se atreven a venir a Mallorca para tocar ante 100 personas desganadas. He visto más gente e infinitamente más animada en algunas verbenas de pueblo.
Lógico que se les quiten las ganas y cada vez vengan menos. Aunque es de agradecer el esfuerzo que hacen algunos colectivos para que sigamos teniendo música y bandas de calidad que sí lo petan en la península. No sé, debemos ser de otra pasta.
Los platos fuertes, para mi gusto, del IdòFest de Inca, eran Triángulo de Amor Bizarro y Amatria. Ya habían venido algunas veces a la isla, aunque éste último, si no estoy equivocada, nunca lo había hecho con banda.
Triángulo de Amor Bizarro empezaron con cierto retraso, pero enseguida nos hicieron olvidar la espera, dando un concierto perfecto con temas cañeros y guitarreo del bueno. No soy fiel seguidora de esta banda gallega, conozco sólo algunos de sus temas, pero debo decir que el público estaba entregado (fue de menos a más) y al final hasta se hizo corto.
Quizás para compensar el retraso de TAB, Amatria empezó con unos minutos de adelanto, apenas había nadie entre el público que todavía apuraba para pedir en el bar, iba al baño o estaba en trance en el escenario Jungle. Empezaron con temas suaves y más íntimos, que no ayudaron mucho a crear ambiente, pero el mismo Joni anunció que a partir de ahí todo iba a ser diversión. Y vaya si lo fue. Empezaron a caer sus temas más conocidos y rítmicos y la gente empezó a animarse y botar. A Amatria sí que les sigo desde el principio, tengo sus dos primeros discos que me parecen sublimes, los he escuchado miles de veces hasta la saciedad. El tercero ahora lo pienso y no sé por qué no lo compré, pero también es increíble, lo buscaré. Los movimientos casi hipnóticos de Joni Antequera sobre el escenario, el fluir de sus manos, su voz, he de decir que me cautivaron.
Lógico que se les quiten las ganas y cada vez vengan menos. Aunque es de agradecer el esfuerzo que hacen algunos colectivos para que sigamos teniendo música y bandas de calidad que sí lo petan en la península. No sé, debemos ser de otra pasta.
Los platos fuertes, para mi gusto, del IdòFest de Inca, eran Triángulo de Amor Bizarro y Amatria. Ya habían venido algunas veces a la isla, aunque éste último, si no estoy equivocada, nunca lo había hecho con banda.
Triángulo de Amor Bizarro empezaron con cierto retraso, pero enseguida nos hicieron olvidar la espera, dando un concierto perfecto con temas cañeros y guitarreo del bueno. No soy fiel seguidora de esta banda gallega, conozco sólo algunos de sus temas, pero debo decir que el público estaba entregado (fue de menos a más) y al final hasta se hizo corto.
Quizás para compensar el retraso de TAB, Amatria empezó con unos minutos de adelanto, apenas había nadie entre el público que todavía apuraba para pedir en el bar, iba al baño o estaba en trance en el escenario Jungle. Empezaron con temas suaves y más íntimos, que no ayudaron mucho a crear ambiente, pero el mismo Joni anunció que a partir de ahí todo iba a ser diversión. Y vaya si lo fue. Empezaron a caer sus temas más conocidos y rítmicos y la gente empezó a animarse y botar. A Amatria sí que les sigo desde el principio, tengo sus dos primeros discos que me parecen sublimes, los he escuchado miles de veces hasta la saciedad. El tercero ahora lo pienso y no sé por qué no lo compré, pero también es increíble, lo buscaré. Los movimientos casi hipnóticos de Joni Antequera sobre el escenario, el fluir de sus manos, su voz, he de decir que me cautivaron.
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