Muse, Simulation Theory World Tour, Wanda Metropolitano, Madrid, 26 de julio 2019

Puedo decir, sin temor a equivocarme, que lo que hicieron Muse anoche en el Wanda Metropolitano, en el cierre de su gira Simulation Theory World Tour, fue una verdadera barbaridad, el concierto/show más espectacular e impactante que yo presenciado nunca.
Puede que hiciera mucho tiempo que no los veía, desde la gira Black Holes and Revelations en el 2006, y que en ese tiempo han pasado a llenar mega-estadios y reinventarse en cada disco, puede que se superen en medios en cada gira,... no lo sé, pero lo que está claro es que el concierto de anoche fue de otro planeta. Hay quien dice que dan tanta importancia a sus escenografías para paliar carencias musicales, pero yo puedo asegurar que el virtuosismo vocal, por no hablar del guitarrístico, de Matt Bellamy, están ahí, intactos. Su carisma es incuestionable, con la guitarra en mano se vuelve poderoso, y sin ella es un auténtico animal escénico. Y con Chris y Dominic siguen funcionando a la perfección. Hacen magia.
Todavía estoy asimilando lo vivido, dos horas de golpes visuales inesperados (el enorme monstruo que salió en el Metal Medley dejó al público sin habla), las imágenes virtuales y futuristas pero ochenteras, las luces de neón y los rayos láser, los confetis en Mercy, los momentos en que el estadio cantaba a voz en grito (en Starlight, con lagrimita incluída, Knigths of Cydonia o Uprising), el momento luces de los móviles en Dig Down ....



Sin ser ni mucho menos éste último su mejor disco, el que presentan en esta gira, saben que dejarán a todo el mundo contento si incluyen un puñado de sus viejas y poderosas canciones, tienen de sobra. Con eso ya se ha ganado al público. Y si a ello le sumas la experiencia que les ha convertido en llena-estadios y la brutal puesta en escena, se puede decir que han configurado un show perfecto.

El Wanda Metropolitano me pareció un estadio estupendo para conciertos, al menos en la zona en que yo estaba el sonido era perfecto. Además, los accesos, al menos la llegada y salida en metro, me resultaron impecables. No es fácil desalojar a más de 50.000 personas. Contando que muchos veníamos de fuera, seguro que casi todos usamos el metro.
Los teloneros, unos Mini Mansions estupendos y un Nic Cester que calentó a las masas con su Are you gonna be my girl.